fuí / soy / seré

El límite siempre es el mismo, es llegar a no ser parte de la peli.
Convertirte en el only one hit de la banda ochentera.
La única buena acción del dictador.
La pelusa que sobrevive años escondida en el mismo rincón.
El aderezo que no sumó en la receta, pero igual lo usaste.
Un trago de más en una noche de penas.
Esa puteada necesaria en el momento menos apropiado.
La lamparita que se quemó apenas la pusiste en el velador.
El chicle que no tiene más sabor.
La piña que no te dolió.
El dolor de panza que no era pancreatitis y lo solucionas con un Uvasal.
La birome que sirvió para firmar un contrato falso.
El seguro de vida que no vas a usar hasta morir.
La alegría momentánea de casi casi me gano el Loto.
La angustia barata de una película pochoclera de vampiros.
El moretón que se va sin dejarte cicatriz.
La misma moneda de cambio que te salvó hace unos años.
Ese orgasmo que no llego.
La pincelada del artista frustrado.
El acorde SI Bemol desafinado.
Tu sonrisa sin arrugas en los ojos.
El grito de gol antes de una posición adelantada.
La envidia de ser como vos.
El reloj que no da la hora exacta.
La voz de la razón del loco.
El recuerdo de una utopía.
No ser parte del guión, porque nunca obtuviste el personaje.
El jabón que se secó.

El texto que nunca leíste.